El otro día hablaba con mi profesor de surf de la satisfacción personal que experimentas cuando ayudas a una persona.
Él me contaba que había tenido una clienta que le decía que no iba a ser capaz de ponerse de pie en la tabla debido a su peso.
Y fue capaz.
Se emocionó mucho. Imagínate. Y mi profesor también.
A mí me pasó el primer día cuando me caí en medio del mar y superé (al menos un poco) ese pánico desde que era niña.
Y la segunda clase cuando logré ponerme de pie y remar hacia delante, lateralmente y hacia atrás y como una niña le decía: ¿me has visto? ¿Has visto lo que he hecho?
¿Te imaginas su sensación de satisfacción como profesor?
La misma que tengo yo, le contaba, cuando me escriben personas para decirme que gracias a alguno de mis artículos han cambiado de vida, han superado algún miedo o han tomado una decisión importante.
Que se dice pronto pero tú sabes lo que cuesta eso...
Lo mismo que cuando una clienta me escribe para decirme que ha tenido su primer cliente o que ya da talleres o que ha recibido su primer email de agradecimiento y se pensaba que no iba a suceder nunca.
Como decía mi profesor, porque necesitamos el dinero para muchas cosas y, por supuesto, cobramos por nuestro servicio y conocimiento (el compite en paddle surf así que sabe de lo que habla. Igual que yo sé de lo mío después de 10 años con mi negocio).
Pero esa sensación de satisfacción, orgullo y alegría por otra persona no se paga con dinero.
Si al leer esto piensas que te encantaría recibir mensajes así y ayudar a otras personas como hacemos nosotros tengo un curso que te ayudará a recibir esos mensajes de agradecimiento.
Y a ganar dinero para que puedas vivir bien y apuntarte a clases de surf o de lo que quieras tú también : )
¡Que tengas un buen día! Yo mañana a mi tercera clase, esta vez espero que haya más olas y pueda coger alguna : )
Y ahora mismo al estudio a otra de mis pasiones, ¡a doblar!
Aida
