Hola, Friend.
¿Tú dirÃas que mis sesiones son caras o baratas? Ahora mismo la inversión es de 150 euros por una sesión individual (eso es lo mÃnimo).
Piensa tu opinión...
FÃjate qué curioso.
Hay personas que me contratan tanto una sesión para solucionar un tema concreto como programas largos.
Hay personas a las que le parece caro (algunas incluso se indignan).
Otras me dicen que lo ven justo pero que tenÃan otro presupuesto en mente.
Es más, el otro dÃa en un audio de una membresÃa a la que pertenezco decÃa el profesional que una persona que cobre 150 euros por una sesión no se puede considerar ni profesional de lo barato que es.
Me parto.
Es un buen ejemplo de que el precio nunca es lo que importa sino lo que tú presupones, crees y valoras.
Hay personas que valoran la transformación, el apoyo, el resultado.
Personas que valoran la experiencia, formación y conocimiento.
Y también hay personas que dicen: ¿Perdoooona, 150 euros?
Esto me lleva a dos puntos importantes.
Hoy te cuento uno y mañana otro.
La pregunta más importante que te tienes que hacer cuando valores comprar o contratar a alguien es esta:
¿Comparado con qué?
Esa es la pregunta que tenemos que hacernos.
Sigamos con el ejemplo de la sesión a 150 euros.
Qué caro.
¿Comparado con qué?
¿Con seguir más semanas o meses con dudas e incertidumbre?
¿Con no atreverte a montar tu negocio, a pedir un aumento o a cambiar a otro sitio en el que serÃas más feliz y cobrarÃas más?
¿Con un Vuitton?
¿Con el último iPhone?
¿Con un fin de semana esquiando?
¿Con un tratamiento estético cada tres meses?
Hay muchas opciones en la vida y muchos precios.
El precio es relativo.
Son tus preferencias y criterios no que lago sea caro o barato. Ya ves que lo caro para unos es irrisorio para otros.
La cuestión siempre es comparado con qué.
Tengo un programa online para ayudarte da decidir tu siguiente paso profesional. Son 250 euros la opción básica y 450 euros la opción avanzada que incluye preguntarme lo que quieras por email.
Para mà es un precio estupendo. ¿Comparado con qué?