Este año me ha costado un poco encontrar esa palabra-lema de la que te hablaba la semana pasada.
Al final he reflexionado y he decidido que este año no necesito una, sino dos palabras. Las voy compartir contigo para darte un ejemplo de cómo funciona y cómo se aplica esto de la palabra-lema, que es muy eficaz para ayudarte a centrarte en algo este año.
Si es que quieres centrarte en algo, si no es así, improvisa que también está muy bien como idea, déjate llevar y a ver qué surge (recomendable especialmente si tienes tendencia a querer planificarlo y controlarlo todo). A mí me encanta pero este año hay dos focos para mí, con sus respectivas implicaciones:
Cuidarme.
Más todavía de lo que ya lo hago. Física y mentalmente. Eso implica varias cosas:
Seguir siendo como soy, no dejar que nadie me arrastre o me haga perder mi esencia.
Soltar a quién ya me soltó y abrirme más a quién me apoya.
Reorganizar prioridades de tiempo, dinero y energía. Si tengo que elegir entre distintas opciones este año toca mi salud y bienestar, invertir más en mí que en mi negocio, por ejemplo. Aunque parezca que van unidos no es así. A veces puedes tener ambas cosas y a veces hay elegir. En ese caso, la elección será mi bienestar.
Poner más límites, lo que implicará distanciarme de personas y a la vez dejar espacio para las que me tienen en cuenta, me cuidan y no solo me usan.
Frenar
Siento que esta palabra va a marcar una gran diferencia en mi vida. Como soy una persona con muchos intereses, activa, eficiente y capaz, estoy siempre involucrada en muchas cosas que quiero, me gustan y me hacen feliz y que también me provocan una especie de aceleración interna.
Cada vez necesito hacer más, más desafíos, más aprendizaje. No es querer es necesitar y así no se puede.
Así que necesito frenar. Hacer las cosas más despacio, hacer menos cosas, centrarme en cada momento en vez de tener ya en mente mil cosas más. Por "cosas" normalmente me refiero a cursos, jajaja.
Hacer menos cosas en el día. Me va a costar un mundo pero me va a venir muy, muy bien. Que me conozco ya. Seré menos eficiente quizá (o quizá sea al revés, probablemente) pero estaré más tranquila, en paz.
Espero que te ayude esta reflexión que me hice a mí misma, todo ello porque me conozco bien.
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