Subject: ¿Y si te estás equivocando… y aún no lo sabes?

Imagínate en la costa del sol, pleno agosto, sol, playa.

¿Llevarías un abrigo de montaña?

Obvio que no.


Y sin embargo, eso es justo lo que se hace (sin querer) en muchas viviendas nuevas.


Durante años, hablar de eficiencia energética en la construcción era como hablar en otro idioma.


Ahora hay normativas, sí. Pero… ¿cumplir el papel es lo mismo que cumplir en la vida real?


Ni de lejos.


He visto casas con ventanas “buenas” que parecen invernaderos en verano.

He visto familias arruinar su confort (y su presupuesto) por elegir mal.

He visto decisiones tomadas a la ligera, basadas en opiniones, modas, intuiciones, o consejos de cuñados.


Y no. Las ventanas no se eligen así.


Se eligen con criterio. Con cálculos. Con conocimiento real.

O se pagan dos veces: al comprarlas, y al sufrirlas.


Esto no va de “poner triple vidrio porque suena pro” (y puede hasta ser contraproducente).

Esto va de que tu casa funcione.

De que no sudes en agosto.

De que no tengas que encender la calefacción en octubre.

De que no malgastes ni un euro ni un grado de confort por culpa de una mala decisión.


Y si, no tienes por qué saber todo esto, no pasa nada.

Hay dos opciones:


– Aprender lo básico y decidir con cabeza.

– Delegarlo en alguien que sí sabe hacerlo (como yo).


Para lo primero, te lo pongo fácil:


Solo hasta este viernes puedes acceder a la masterclass “Lo que nadie te cuenta sobre las ventanas… hasta que es demasiado tarde”.


Es corta, directa, sin paja. Pero te abrirá los ojos.

Y si después de verla tomas mejores decisiones… misión cumplida.


PD-Recuerda que solo puedes comprarla hasta el Viernes. Luego desaparece.


PD2-Y si prefieres olvidarte de todo esto, saber que alguien se encarga y punto, ya sabes: me respondes y lo hago por ti.