Según un estudio reciente, 6 de cada 10 empresas no superan los 5 años de vida.
Puedes pensar que es algo normal. Gente que se lanza a emprender como quien se tira a una piscina… sin mirar si tiene agua.
Pero hay un dato que escuece más:
La esperanza media de vida de una empresa en España es de solo 10,8 años.
Traducido:
En apenas una década, la mayoría de empresas que conoces, o con las que trabajas ahora mismo, dejarán de existir.
Y eso que, en teoría, estamos más preparados que nunca.
Más estudios.
Más másters.
Más titulitos colgados en la pared.
Pero la realidad es otra:
Cada vez vivimos menos… como empresas.
En los años 50, la media era de 60 años de vida empresarial.
Lo normal era montar algo o trabajar en una empresa, y tirar ahí hasta la jubilación.
Hoy el mundo es otro.
Vivimos en una realidad líquida, volátil y despiadada.
Lo que sabes hoy, puede no valer mañana.
Y si no estás en alerta constante, si no evolucionas todo el rato, te quedas fuera antes de que acabe el día.
¿La única forma de sobrevivir?
Dos cosas.
Solo dos.
Pero si fallas en una, estás jodido:
1. Formación constante.
No es una opción.
Es un salvavidas.
Yo invierto miles de euros cada año en formarme.
Y no lo digo para presumir, lo digo porque me va la vida (empresarial) en ello.
2. Rodearte de especialistas.
No puedes ser experto en todo.
Pero puedes rodearte de los que sí lo son.
Y si tu proyecto necesita eficiencia energética, confort y satisfacción real para tus clientes…
Ya sabes que ahí entro yo.
Dentro de poco abriré nueva formación.
Pero si quieres empezar ya, tienes una opción mucho más directa:
📌 Contrata mi consultoría inicial
Es el primer paso para trabajar juntos.
Reservas ahora, y en cuanto tenga un hueco, arrancamos.
PD: Si conoces a alguien que esté pensando en construir, reformar o invertir, reenvíale este email. Y que se apunte a esta newsletter. Le va a venir bien.