Siempre digo que en esto de la construcción, eso de “creer” sirve para los reyes magos.
Aquí se viene a medir, a estudiar, a calcular…
Y si es posible, sin dejarse la calculadora en casa.
Ahora bien, que no se te suba el Excel a la cabeza.
Porque calcular no basta.
No basta con echar cuentas como si fueses el contable del Titanic.
Porque una simulación energética es… eso: una simulación.
Una especie de “Juego de Tronos” con datos climáticos que están más basados en el pasado que las canciones de Sabina.
Y claro, diseñar el futuro con datos del pasado en plena era del cambio climático… pues es como conducir mirando por el retrovisor.
Te estrellas, pero oye, sabías perfectamente cómo era la carretera hace 20 años.
En fin…
Pero espera, que no acaba ahí.
¿Sabes quién más puede arruinarte una simulación perfecta?
El usuario.
Ese ser humano impredecible que decide que su salón es una sauna o que el aire acondicionado es su religión.
Porque claro, no es lo mismo un jubilado friolero que un streamer con luces LED y dos pantallas 4K.
Por eso, más que buscar precisión suiza en la simulación, toca pensar en resiliencia.
Edificios que no se vengan abajo cuando cambian las reglas del juego.
Espacios que se adapten.
Como los buenos cómicos: si cambia el público, cambian el chiste.
Y ya puestos, también habrá que educar al usuario.
Sí, ese señor que cree que poner la calefacción a 30º calienta más rápido.
A ese también hay que explicarle cosas.
Porque las herramientas que usamos para cumplir normativa tienen una idea muy fija de cómo vivimos.
Y no, no vivimos así.
Vivimos con cambios, imprevistos y decisiones que harían llorar a cualquier simulador.
Por eso pasa lo que pasa: edificios que en papel eran una maravilla… y en la vida real dan más problemas que una reunión de vecinos.
¿A ti también te ha pasado?
¿Diseñas pensando en el que va a habitar el espacio?
¿O diseñas como si fueras Dios y ya está?
¿Tienes en cuenta el cambio climático o estás con la cabeza metida en los datos del 98?
📌 PD – Si quieres empezar bien, empieza por la envolvente. Que no hablamos de ponerle un lazo al edificio, hablamos de que funcione. Y esto te interesa seas técnico o promotor.
📌 PD2 – Solo hasta fin de mes puedes hacerte con la Masterclass Cómo diseñar viviendas eficientes desde el primer trazo.
Y si te apuntas antes del 25, eliges el horario. Porque aquí se diseña con cabeza, pero también con flexibilidad.
👉 Te apuntas aquí: Cómo diseñar viviendas eficientes desde el primer trazo