Mira.
Una obra puede salir bien o puede ser un desastre.
Pero cuando se repiten siempre los mismos errores… El resultado es fácil de adivinar.
Te cuento tres señales que son casi garantía de que algo va a salir mal:
No hay nadie al mando.No has contratado un técnico. O has contratado a uno "baratito", o al cuñado de turno "que hace los papeles".Y eso equivale a ir en coche sin frenos. Tú verás.
Las decisiones se toman por impulso.Sin dirección, todo depende de recomendaciones improvisadas, modas de Instagram o lo que diga el amigo de un amigo.Spoiler: así no se construye nada que valga la pena.
Los oficios mandan más que tú.Aunque contrates a los mejores, cada uno va a lo suyo. No tienen la visión global.Y sí, pueden venderte algo “muy bueno”… pero que no te sirve.Y a ti te toca pagarlo.
Así que si cumples los tres… Solo te falta sentarte a ver cómo todo se tuerce. Porque se va a torcer.
Mañana te contaré otra forma absurda en la que una obra se puede ir al garete. Y pasa más de lo que crees.
Mientras tanto… Hoy y mañana son los últimos días para contratar mi consultoría previa al precio actual. Lo que cuesta es un regalo comparado con todo lo que te puede ahorrar. Tanto si eres particular como técnico:
👉Consultoría previa de proyecto
PD: En un par de días lanzo la nueva masterclass sobre hermeticidad. Un tema que parece invisible… hasta que empiezas a pagar las consecuencias.
PD2: Si este email te ha resultado útil, reenvíaselo a alguien que esté a punto de meterse en una obra. Puede suscribirse aquí | 