Hay una cosa que siempre me llama la atención.
Si le digo a mi mujer que la voy a coger a las cinco en la consulta del dentista, la mayoría de vosotros lo entenderá sin levantar una ceja.
Pero si hay un argentino en la sala… lo mismo ya se ha montado una peli porno en la cabeza.
El mismo mensaje, dos significados completamente distintos. Todo por una cuestión de contexto.
Y esto, aunque parezca una tontería, es más importante de lo que parece. Sobre todo si trabajas en algo técnico y, como me pasa a mí, hablas muchas veces con gente que no tiene por qué conocer tu jerga profesional.
Yo diseño edificios de bajo consumo energético. Y hay un tema que marca la diferencia entre que ese edificio funcione bien… o que acabe siendo una ratonera tóxica:
La ventilación.
El problema es que cuando se habla de ventilación en entornos no especializados, reina la confusión. Abundan los mitos, los errores de concepto, y sí… también hay mucha desinformación interesada.
¿Resultado? Casas que no respiran. Oficinas que enferman. Edificios que, con los años, se convierten en una amenaza para quienes los habitan.
Y todo porque mucha gente aún piensa que ventilar es “abrir las ventanas un rato”.
Cuando, de hecho, la normativa española lleva casi dos décadas sin contemplar esa opción como sistema válido.
Este tema da para largo. Ya hablaremos más en profundidad.
Pero hoy, que es domingo, quiero hacer lo que suelo hacer: compartir algo que puede ayudarte a entender mejor este asunto.
Aquí te dejo un documento elaborado por la Plataforma PEP, donde desmontamos varias leyendas urbanas sobre la ventilación. Es gratuito y te lo puedes descargar con un clic.
LEYENDAS URBANAS SOBRE LA VENTILACIÓN
Y si lo tuyo son las ventanas (literalmente), tengo otra cosa que te interesa más todavía.
Este mes tienes la oportunidad de apuntarte a mi Masterclass sobre ventanas. No te voy a prometer que te vas a convertir en arquitecto, pero sí vas a salir con algo mucho más valioso: el conocimiento que necesitas para elegir bien, evitar errores caros… y que no te tomen el pelo cuando te toque decidir.
Apúntate aquí:
Lo que nadie te cuenta sobre las ventanas… hasta que es demasiado tarde
Nos vemos dentro.