Subject: Una historia de ventanas, pandemias y Whatsapps que no te esperas


Esa etapa en la que todo el mundo decía que saldríamos más fuertes...


Y sin embargo, muchos sentimos que sacó lo peor de nosotros.


Desde los “vigilantes de balcón” obsesionados con que los demás sufrieran tanto como ellos, hasta los que aprovecharon la situación para llenarse los bolsillos mientras otros apenas llegaban a fin de mes.


No hace falta dar nombres.


Todos vimos lo que pasó.


En ese contexto, uno de los foros en los que suelo escribir, soloarquitectura, cerró temporalmente.


Puede que hoy suene a cosa del pasado, pero los foros eran (y son) lugares donde se crean vínculos reales.


Conexiones que van mucho más allá de lo virtual.


De un día para otro, nos quedamos sin ese canal.


Sin saber si los demás estaban bien.


En medio del miedo. Del caos. Del aislamiento.


Entonces alguien tomó una decisión sencilla pero poderosa:


Hizo un grupo de WhatsApp.


Llamó a unos cuantos.


Esos a otros cuantos más.


Y poco a poco se formó una red.


Una red que aún hoy sigue viva.


Con el tiempo, algunos salieron.


Otros nos quedamos.


Personas muy diferentes entre sí.


Distintos perfiles, trabajos, circunstancias.


Y aun así… algo hizo clic.


El grupo dejó de ser solo un refugio temporal.


Se convirtió en un lugar real. Vivo. Íntimo.


Hemos reído, desahogado penas, pedido consejos, compartido lo que sabemos, lo que sentimos, lo que somos.


Y ese grupo, al que cariñosamente llamamos “el yate”, se convirtió en algo más que una conversación. Se convirtió en un ascensor emocional, cargado de vivencias y apoyo.


Fue una tabla de salvación en medio del naufragio.


Y por eso hoy te cuento esto.


Porque de ahí nació la semilla de esta newsletter.


Ese espacio me recordó lo esencial que es el contacto directo.


Lo sanador que es poder ayudar, compartir lo que sabes y ver que a alguien le sirve.


Y eso me empujó a construir esto que estás leyendo ahora.


Así que si ayer te daba las gracias por estar aquí, hoy quiero extender ese agradecimiento a mis compañeros de travesía en el yate.


Gracias por estar.


Gracias por no soltarnos.


PD: Ayer terminó la preventa a precio reducido de la masterclass sobre ventanas.
Si ya la compraste, en unos días recibirás tu acceso.

Si aún no la tienes, puedes conseguirla hasta final de mes, pero el precio ha subido a 80€.
Sigue siendo una cantidad ridícula comparada con lo que te ahorra.


PD2- Porque una ventana mal presupuestada no solo te hace perder dinero.
Te roba tiempo. Te mete en líos. Te deja vendido frente al cliente.


PD3-Y si eres el cliente final, conocer el producto que vas a comprar, te ahorrará sustos y evitará que te engañen.


Accede ahora a Lo que nadie te cuenta sobre las ventanas… hasta que es demasiado tarde