Subject: Buscando un Culpable

Ayer me tocó fútbol.


Como casi todos los fines de semana.


Y como casi siempre… un árbitro que parecía debutar ese mismo día.


Malo. Pero malo con ganas.


Consiguió cabrear a los dos equipos. Pero claro, el que pierde siempre se siente más perjudicado.


Hay cosas en el fútbol que no puedes controlar:

Que el campo esté fatal.

Que el balón te haga un extraño.

Que una ráfaga de viento lo mande a la otra punta.

Que el árbitro no vea (o no quiera ver) una falta clarísima.


En esos momentos, solo hay dos cosas que sí puedes controlar:

Tu esfuerzo.

Y tu concentración.


Y ahí es donde se nota quién es bueno de verdad.

Porque mientras unos pierden energía quejándose…

Otros aprovechan las oportunidades, aunque todo esté en su contra.


Y ganan.


Esto pasa en el fútbol.

Y pasa en las obras.

Y pasa en la vida.


Por eso, si tienes que enfrentarte a una obra y lo primero que haces es quejarte del precio, del gremio, del material, del gobierno o del clima…


No me llames.


Yo no trabajo con quien vive en la queja.


Trabajo con quien quiere resultados.

Con quien no busca excusas, busca soluciones.

Con quien, aunque el árbitro sea pésimo, no pierde el foco.


¿Eres de esos?


Entonces, ya sabes. Aquí es donde empieza todo