Ayer hablé por teléfono con un cliente que probablemente, nunca lo será.
Me llamó para pedir información porque quiere hacerse una casa.
O mejor dicho, me llamó porque ya tiene clarísimo cómo será su casa y solo quiere saber cuánto le costará.
Pero construir una casa no es como comprar un coche y elegirlo de un catálogo.
Una casa es un traje a medida.
Y para que ese traje encaje, hay que cruzar deseos con presupuesto y normativa.
Este proceso requiere el acompañamiento de un buen profesional.
Sin esa guía, muchos clientes parten de una ensoñación:
❌ A veces, irrealizable.
❌ Casi siempre impagable.
❌ Y en la mayoría de los casos, muy mejorable.
El problema es que en el camino pueden cruzarse con "profesionales" sin escrúpulos, dispuestos a decirles sí a todo.
Arquitectos que simplemente pasan a limpio su idea, les regalan los oídos y les aseguran que todo es viable.
Esto suele terminar en un proyecto mediocre, que por suerte nunca se construye… porque no se puede pagar.
Si estás pensando en hacerte o reformar una casa, lo que necesitas es un profesional que:
✔ Ponga orden y sentido en tus ideas.
✔ Te ayude a darles forma con claridad.
✔ Y te guíe para llevarlas a buen puerto.
Así que dime…
¿Quieres ser un cliente consentido o un cliente con sentido (común)?
PD- Mañana hablaremos de passivhaus
PD2- La semana que viene pongo a la venta una masterclass en la que te ensñaré a estimar los costes de una obra, antes de liarte la manta a la cabeza.
PD3- Este fin de semana explicaré como podeis hacer los suscriptores de la newsletter para acceder gratuitamente.