Ainicios de diciembre, cuando el frío y la oscuridad hacen su aparición, Europa busca el calor y la luz de los mercados de Adviento, llenos adornos artesanales y con el aroma de castañas asadas, galletas de jengibre y bebidas calientes en el aire. Su origen se pierde en el siglo XVI cuando nacieron con la excusa de reunirse en un lugar acogedor a la llegada del invierno. |