Yo sabía en el fondo que la vida no tenía por qué ser aburrida y monótona.

Uno de los primeros libros que leí se llama The Game, el cual me sirvió de apoyo porque entendí que habían otras personas que ya habían pasado por lo mismo que yo estaba pasando.

Y descubrí que había surgido una comunidad de artistas de seducción, que compartían una terminología y un estilo de vida muy interesante.

Después de un tiempo vi cómo algunos de estos artistas lograban éxito en otras áreas. Algunos se casaron, otros simplemente viven en abundancia.

Entonces decidí estudiar el tema y después de practicarlo por un tiempo, lo empecé a enseñar.

Dicté seminarios durante unos años y después me fui a recorrer el mundo.

Ser un artista de seducción consiste en convertirse en una autoridad en el tema y compartir el conocimiento, de manera que otras personas se beneficien de lo que enseñas.

En el mundo te vas a encontrar con personas que dicen que no les interesa practicar los métodos de seducción, y cuando llegan a un bar no saben qué hacer.

Se lanzan encima de cada mujer que ven, con frases torpes y mostrando la ansiedad, olvidando ser selectivos.

Una de las cosas más valiosas que he descubierto desde que entré en este mundo de las dinámicas sociales es que todas las mujeres se pueden seducir si se tiene la información correcta.