Queridos amigos,

Estamos recién regresados de un viaje increíble al Monte Kailash, después de haber participado en el lanzamiento del Global Citizen Forum en China.

Ahora que estamos de regreso, quería compartir con todos ustedes un poco nuestras aventuras!

El evento en Shenzhen, China, fue una oportunidad muy enriquecedora para conectarnos con personas enfocadas en trascender las barreras y unirnos en nuestra humanidad compartida. Me inspiró el poder conocer líderes mujeres en las áreas de derechos humanos, el cuidado del medio ambiente y las empresas. Me conmovió nuevamente descubrir un propósito común entre personas de áreas de la vida tan diversas. (Para solicitar su membresía al Global Citizen Forum, haz clic aquí.)

Isha con Dr B K Modi, fundador del Global Citizen Forum

De Shenzhen pasamos a Kathmandú. De entrada, Nepal me pareció un país donde la espiritualidad es una forma de vida y me sorprendió ver como el budismo y el hinduismo se fusionan ahí de manera tan armoniosa: muchos de los templos parecen celebrar ambas religiones en este maravilloso crisol de culturas.

Camino al Tibet, nuestro viaje al Monte Kailash se realizó en etapas para poder acostumbrarnos a la altura. ¡Qué tierra mas hermosa! Llena de extensos paisajes, con un telón de montañas majestuosas de fondo.

La forma de vida de los Tibetanos parece tan escueta desde el punto de vista occidental, sin embargo ellos irradian una satisfacción innata que es difícil de encontrar en la mayoría de los países desarrollados. Parece que el afán de obtener cada vez más no existe en este lugar donde, en muchos aspectos, el tiempo parece haberse detenido y celebran su legado cultural, viviendo en armonía con su entorno, encontrando abundancia y sustento en lugares que parecen baldíos al ojo del viajero.

Después de varias días hospedados en posadas remotas, donde las condiciones se hacían más básicas conforme nos adentrabamos más y más en los picos de las montañas, llegamos a las orillas del lago Mansarovar, el legendario lago de agua dulce que yace, a 4.600 metros sobre el nivel del mar, a los pies del Monte Kailash.

Es fácil entender por qué esta superficie vasta de quietud cristalina, cubierta en partes por una gruesa capa de hielo y rodeada de picos nevados, haya sido reverenciada desde hace miles de años. Se considera que su superficie tranquila representa la quietud de una menta realizada.

Desde Mansarovar, seguimos camino hasta los pies del Monte Kailash, donde comenzamos la circunnavegación de la montaña, que conforma el peregrinaje tradicional. El Monte Kailash es la montaña más sagrada para los budistas y los hindúes. Es considerado el hogar del dios Shiva y es la fuente de cuatro de los ríos mas importantes de India, incluyendo el Ganges.

En nuestro primer día, caminamos casi 40 km por el valle formado por los picos que rodean, como pétalos de loto, al Monte Kailash, .

A más de 5.000 metros de altura, el camino fue duro pero nos encontramos cautivados por la maravilla de la naturaleza, en este reino etéreo de belleza silenciosa.

Me enamoré de las caras cambiantes del Monte Kailash y de su presencia profunda y poderosa.

En un momento de la circunnavegación, no podía resistir el deseo de escalar la colina inclinada para sentarme a la base del mismo Monte Kailash:

A la nochecita, al llegar a nuestra posada en Dherapuk, frente a un antiguo monasterio budista , Kailash nos mostró otra de sus hermosas caras:

Y luego a la cama, esperando que el pase Domla estuviera sin nieve el día siguiente, para poder así continuar nuestra travesía.

Pero a los 6.000 metros, la altura ya nos estaba empezando a agobiar. El día siguiente el prospecto de una caminata aún mas elevada con nieve hasta la cadera, junto con los síntomas de la altura hizo imposible que continuáramos y entonces empezamos a descender, plenamente satisfechos con esta experiencia emocionante y profundamente conmovedora y con la oportunidad de estar tan de cerca a Kailash, la mas hermosa de todas las montañas.

Creo que la magnificencia del Monte Kailash es imposible de absorber solo con los ojos. Uno se siente inspirado a cerrarlos y a llevar su perfección silenciosa a la profundidad del corazón, para unirse ahí con esta joya celestial.

Les envío todo mi amor, esperando seguir compartiendo las aventuras de la vida.

Isha