Cuando creamos nuestras personalidades, es una acumulación de muchos aspectos lo que nos permite ser individuos. Obviamente hay aspectos genéticos y físicos, pero también existe una serie de experiencias vividas durante nuestra infancia que van modelando y creando nuestros temperamentos, nuestros surcos, nuestros sistemas de creencias, todos esos aspectos que nos hacen aparecer individuales, separados y diferentes.