Muchos de nosotros tenemos dinámicas internas con las que nos sentimos muy mal, y la mayor parte de este malestar es auto-provocado. Por ejemplo, el adoptar una actitud de víctima (como que alguien o algo tiene la culpa de mi descontento) o estar celoso de los que sobresalen y luego autocastigarnos por sentirnos así. Esto no sucede porque uno lo quiera, sino porque... |
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