Pese a la incertidumbre generada por los desafíos que ha enfrentado Panamá por mantener su grado de inversión en el último año, sumado a las consecuencias por permanecer en listas discriminatorias y la situación minera, varios sectores confían en que la nación será capaz de mantener la demanda extranjera, así como la captación de nuevos mercados para apoyar la recuperación económica.
Para volver a encender los motores del crecimiento y quebrar la tendencia hacia un posible estancamiento, diversas actividades de la economía se enfocan en realizar estrategias y aprovechar el potencial mediante instrumentos enfocados a canalizar fondos hacia proyectos, bancos y empresas comprometidas en acelerar el progreso. A pesar, de que estas toman sus precauciones ante una nueva etapa política que vive el país.
Y es que a pesar de que el Producto Interno Bruto (PIB) panameño se anotó una leve expansión de 1.7% en el primer trimestre de 2024, mantiene pronósticos de que el año terminará con un crecimiento de un 2.5% según el Banco Mundial, al igual que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un 3% de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Una cifra un tanto alejada a la que el país obtuvo en 2023, que se situó en un 7.3%.
