| Métodos, sistemas y procesos basados en el concepto del manejo del tiempo, para ayudarnos a alcanzar nuestras metas, se enfocan en ayudarnos a finalizar la mayor cantidad de tareas que nos proponemos, de la manera más eficiente posible, cada día. Nos facilitan un sin número “mejores” prácticas y de técnicas que buscan ayudarnos a lograr precisamente eso; mejorar nuestra gestión y desempeño, pero lamentablemente sin mucho éxito.
Al final, nos llevan a convertirnos en “administradores de “tareas”; nos enfocamos en ejecutar tareas, delegar tareas y dar seguimiento a tareas. No así a los resultados que queremos alcanzar a través de ellas. Desafortunadamente, estos acercamientos generan una serie de fallas, que van desde la definición, hasta la ejecución, precisamente porque se enfocan en la tarea y no en el ser humano, el principal personaje. Para ilustrar el problema le quiero hacer las siguientes preguntas para ayudarle a reflexionar acerca de este asunto: ¿Soy yo el único que sabe qué hacer para alcanzar el resultado deseado? ¿Tengo yo, y el resto del equipo (y de la organización), el final claramente definido? ¿La tarea que deseo ejecutar (o delegar), se puede realizar? ¿No necesita nada antes para poder realizarla? ¿Es la correcta en este momento? ¿Es esta tarea la única ruta para alcanzar el final? ¿Solo yo tengo la mejor ruta para llegar a ese final? ¿De quién es la culpa si la tarea que yo he definido, y que he delegado, falla? ¿Por qué?
MT la prioridad está asignada a cada tarea, de manera independiente; con GTD las acciones están conectadas a proyectos, áreas de responsabilidad y metas.
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| | | Adonde quiero llevarlo estimado lector es que para alcanzar los resultados que deseamos, lo necesitamos es aprender a definir acciones siguientes.
Una acción siguiente contiene un verbo que nos permite “ver” cómo está ocurriendo la acción, porque es algo físico que está conectada a un final. Nos acerca al resultado deseado; y debe tener esa conexión cognitiva y emocional, con el que la ejecuta.
Solo al lograr esta conexión con el final, podemos decir que estamos alineados; que nuestras acciones van de acuerdo con nuestros deseos. Solo entonces podemos decir que tenemos “la camiseta puesta”.
Pero si me paso diciendo ¿Qué hacer? y ¿Cómo hacerlo?, pues no habrá mucho compromiso allí. Siempre habrá una acción siguiente. Una acción es algo que cualquiera puede realizar, porque es definida por su usuario. Y eso estimula su creatividad, su iniciativa, su compromiso e incluso su liderazgo, valores muy apreciados en estos días, muy difíciles de conseguir en la actualidad.
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| Para alcanzar un final (resultado deseado), no hay un solo camino. Por lo tanto, cuando el gestor (seamos nosotros mismos o personal a nuestro cargo) aprende a definir Acciones Siguientes, en vez de simplemente cumplir con tareas, significa que ha encontrado el camino hacia el final.
Ha dejado de ser un robot que no sabe por qué hace lo que hace y que solo espera que se acabe el día para irse a su casa (incluyéndolo a usted mismo). Definamos juntos el final, y facilitemos entornos para que cada ser humano de nuestra organización defina como llegar allá.
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| | Julio E. Ortega M Director Ejecutivo GTD Getting Things Done - David Allen Panamá Panamá - República de Panamá |
| julio.ortega@davidcopanama.com |
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