En los últimos años, Panamá ha ido transformado su desarrollo comercial como consecuencia de las nuevas tendencias y oportunidades del mercado, lo que le ha permitido tener mayor apertura y presencia en potencias del primer mundo, como Estados Unidos, que ve al país como un sector clave para la región al poseer un importante centro logístico y bancario.
Estas características ponen en foco la diversidad de posibilidades que tiene la nación centroamericana para la exportación de sus productos, como alimentos frescos y bienes manufacturados, que al día de hoy generan un impacto positivo en la economía, pero que busca maximizar sus resultados.
En particular, en el caso de Panamá, al tener un Tratado de Promoción Comercial (TPC), vigente desde el 2012 con Estados Unidos, los beneficios derivados de una mayor apertura comercial con el gigante norteamericano han sido evidentes, sin embargo, existe un abanico de oportunidades que actualmente no se aprovechan, pero que están disponibles para empresarios, inversores, productores, pequeñas y medianas empresas (Pymes), para aumentar sus negocios tanto en los sectores de la exportación e importación.
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