Con la proximidad del 2024, en el que será protagonista una contienda electoral, Panamá se encuentra en una encrucijada económica con retos significativos que podrían moldear su panorama financiero y laboral, esto, debido a acciones como el reciente fallo judicial en contra de un contrato minero que podría llevar al país a una inevitable caída en el grado de inversión, la pérdida de confianza para la captación de nuevas inversiones extranjeras y un incremento en el desempleo.
Estos desafíos se suman a la vez, a la crisis actual que enfrenta la nación centroamericana en sus finanzas públicas, marcada por un creciente déficit fiscal y aumento de la deuda que compromete cada vez más los recursos disponibles
El cierre del proyecto Cobre Panamá, a cargo de Minera Panamá, filial de la canadiense First Quantum Minerals añade una capa adicional de complejidad, debido a que ahora se debe dar un abordaje con urgencia de la gestión de recursos naturales de manera sostenible ante el clamor de la sociedad.