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Lo primero que debemos decir es que la epidemia de coronavirus que afecta a la República Popular China es una tragedia humana que ya alcanza a millones de personas y ha cobrado la vida de cientos de seres humanos en ese país, pero que además ya está comenzando a tener un fuerte impacto en la economía mundial.
Si bien se trata de una situación de salud pública, que debe preocuparnos a todos, también es de vital importancia que las autoridades nacionales comprendan que su impacto va más allá, toda vez que está afectando negativamente la producción y el consumo de bienes en el gigante asiático, a lo que hay que sumar la decisión de un gran número de líneas aéreas de dejar de volar a diversas ciudades en China y el cierre de operaciones de considerables multinacionales establecidas en el gigante asiático, lo cual tendrá un impacto negativo
Las consecuencias de esta emergencia sanitaria ya comienzan a sentirse en la economía global, por ejemplo, los precios de los commodities se han movido a la baja en las últimas semanas, mientras que las exportaciones e importaciones procedentes y con destino a China se han reducido significativamente.
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Recientemente fue presentado por Transparencia Internacional el Índice de Percepción de la Corrupción 2019, el cual califica a 180 países de acuerdo con la percepción de la corrupción en el sector público.
En dicho informe, más de dos tercios de los países analizados muestran signos de estancamiento o de retroceso en su lucha contra la corrupción. Panamá no escapa a esta realidad, cayendo a la posición 101 entre 180 economías con una pérdida de 8 escaños al compararlo con la medición del año 2018.
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Hay un consenso entre la mayoría de los investigadores, que Estados Unidos (EE.UU.) inició un periodo de declinación geopolítica a partir de la década de 1970.
El primer hecho que señala esa tendencia fue su derrota militar en Vietnam y otro es la disminución de su peso económico con relación al Producto Interno Bruto (PIB) mundial que pasa del 50% en 1950 a menos del 24% en el 2019. Con este promedio en el PIB mundial EE.UU. no puede seguir siendo el emisor de la moneda mundial en virtud precisamente del Dilema de Triffin que explicamos con mucho detalle en un artículo anterior titulado “Panamá debe abandonar el dólar”.
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Impacto de las industrias creativas
En días pasados, el nuevo Ministerio de Cultura lanzó la campaña “Súmate Ya” que busca generar una base de datos de la industria creativa y cultural a nivel nacional y para lo cual se requiere que todas las personas y empresas que se dediquen a actividades ligadas con este sector se registren.
Aplaudimos esta iniciativa, ya que la economía naranja está tomando mucha fuerza en Panamá gracias a quienes se dedican al diseño, cine, animación, editorial y publicaciones, gastronomía, artes escénicas, tecnología, artes plásticas, música, turismo cultural, y todas las actividades ligadas. Y lo más importante es que va en aumento la cantidad de público sediento por entretenimiento cultural y creativo como lo demuestra la gran asistencia al Jazz Festival y al Festival Internacional de Cine de Panamá IFF, por nombrar los eventos de mayor envergadura.
Precisamente uno de los objetivos más interesante de esta encuesta es conocer en términos reales el impacto del sector en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, ya que en la actualidad no existe una base de datos que indique cuántas de las personas que se dedican a la industria creativa están generando ingresos y cuántos ingresos generan, y sobre todo cuántos de ellos no tienen empleo o realizan actividades creativas sin recibir remuneración.
Además como informó MiCultura, este registro permitirá a los actores de las industrias creativas y culturales acceder a becas para cursos y programas de capacitación.
En Panamá se carece de estadísticas nacionales para medir la economía naranja. No obstante, tenemos como referencia el informe de hace más de 10 años sobre la contribución económica de las industrias basadas en derechos de autor en Panamá, publicado en 2009 por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) que situaba en 6% el aporte de este sector al PIB del país.
Exhortamos a quienes participan del sector a que se inscriban porque cuantificar su obra permitirá tener a la mano el peso que las industrias creativas representan para nuestra economía, y preparará el camino para que muchos compatriotas que llevan en sus venas la cultura puedan tener la opción de ganarse la vida con sus talentos. La cultura alimenta el alma, apoyémosla.
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