Recientemente concluyó su visita a Panamá una delegación de economistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para evaluar la situación económica y social del país.
Y si bien se podría decir que sus conclusiones sobre los desafíos que enfrenta Panamá para mantener sus niveles de crecimiento y desarrollo económico son conocidas por todos, hay que admitir que es la primera vez que queda claro que de no superar esos obstáculos corremos el riesgo de perder el estatus de país de altos ingresos que alcanzamos en la última década.