Todos los seres humanos aprovechamos las fiestas de Fin de Año para establecer una serie de objetivos que queremos alcanzar a lo largo del Año Nuevo que está por iniciar y yo creo que lo mismo deben hacer quienes tienen la responsabilidad de gobernar y dirigir
la nave del Estado a buen puerto.
Creo que, en el caso de Panamá, afectada por un proceso de desaceleración económica, es indispensable no sólo establecer nuevos objetivos, sino también un plan de ejecución que nos

permita alcanzarlos.
Por ejemplo, para reactivar la economía no sólo es importante que el Ejecutivo cancele la deuda que mantiene con el sector empresarial, también es vital facilitar la llegada de nuevas empresas al país, que generen los empleos que necesitan los panameños, ya que es evidente que muchos empresarios que han recibido estos pagos no los han reinvertido en la economía.
Siendo honestos nada los obliga a ello, especialmente en una coyuntura tan difícil como la que experimenta el país.
Otra acción urgente es la promoción del país como un destino turístico. Esto es algo fundamental porque a mi juicio es una de las pocas actividades económicas cuyos beneficios llegan a todos los sectores de la población y que mayor número de empleos podría generar.
Ya es sabido que en los últimos años miles de empleos se han perdido en los hoteles y restaurantes del país, por lo que sin duda una mayor afluencia de turistas se va a traducir en más empleos.
Finalmente, considero vital que en esta estación seca se de inicio a los grandes proyectos de infraestructura que ya han sido licitados y que generarán miles de nuevos empleos en el sector construcción, como lo son la Línea 3 del Metro de Panamá y el Cuarto Puente sobre el Canal, pues frenar para rediseñarlas o atender reclamos de algunos de las empresas que participaron en la licitación, solo retrasará la tan anhelada reactivación económica, sino que limitará su impacto en la competitividad del país.
Todo esto sin duda se traducirá en un incremento de la demanda interna, un elemento fundamental para que el país pueda recuperar el dinamismo económico que exhibía años atrás. Sin empleo no hay consumo y sin consumo no hay crecimiento. Así de fácil.