| En mi experiencia como consultor de negocios y de productividad, he visto la mayoría de mis creencias, en cuanto a las habilidades y competencia requeridas para alcanzar los niveles más altos de desempeño y ejecución, cambiar dramáticamente.
¿Por qué? Debido a que he visto a decenas de directivos y profesionales, incluyéndome a mí, luchar con el hecho de que la "ley de los rendimientos decrecientes" parece haberse "enraizado" en todas las iniciativas, estrategias y esfuerzos que desplegamos.
Hoy en día, parece que tenemos que hacer más, e invertir más, sólo para mantener nuestras posiciones; a veces perdiendo incluso algo de terreno en el proceso, con el fin de alcanzar los más codiciados "resultados deseados" que nuestras empresas exigen.
¿La razón? Simplemente que el mundo como lo conocíamos, ha cambiado. Todo lo que hemos aprendido con respecto a la gestión, la ejecución y el logro de metas, mayormente inventado en el siglo 19, aunque aún valioso en el siglo 20, parecen haberse vuelto inútil u obsoleto en la actualidad. Los mercados y los compromisos son mayores; todo es importante; las expectativas son mayores y el tiempo parece más corto. La “sobrecarga de información” está encendida siempre.
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| | | | En el contexto de esta nueva realidad, la mayoría de los gerentes y líderes de hoy no han sido capaces de entender qué es lo que está pasando, y mucho menos identificar cuál es el problema y cómo solucionarlo.
La cosa es que, como seres humanos, necesitamos respuestas. Y al no poder encontrarlas, acusaciones y explicaciones del tipo "no es mi culpa", aparecen. Problemas de Responsabilidad y Alineamiento parecen ser los “culpables” por la falta de compromiso e iniciativa en nuestras organizaciones.
Y cuando se nos cuestiona como gerentes, la falta de claridad y de foco de “los de arriba" se vuelve nuestra excusa.
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| Con GTD hemos podido ayudar a clientes, y a nosotros a nivel personal, a darse cuenta de que los problemas no son la falta de compromiso, ni la falta de responsabilidad. Estas excusas, que nos hacen creer que “la fiebre está en la manta”, nos ciegan de ver los verdaderos obstáculos de desempeño que estamos experimentando en nuestras organizaciones.
Por lo tanto, el primer desafío para poder implantar GTD es poder “ver” realmente cuales son los problemas de desempeño que nos llevaran a los niveles que el torno nos exige y como GTD los puede resolver. El segundo desafío es “crecer”. Cómo, después de implantar GTD, se pueden elevar los niveles de eficiencia en nuestra organización que nos llevaran a mantener y mejorar nuestros resultados, a largo plazo.
Estos dos temas los estaremos explorando en detalle, en las próximas publicaciones.
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| | Julio E. Ortega M
Director Ejecutivo
GTD Getting Things Done - David Allen Panamá
Panamá - República de Panamá |
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