¿Sabías que tienes un perfil único dentro del Síndrome del Impostor?
Hay una serie de perfiles distintos en función de las exigencias que te pones. Lo explico en mi libro en la página 34.
Te cuento cuál es el mío con un ejemplo:
Quiero aprender a hacer el cubo de Rubik. Una opción es mirar vídeos donde te enseñen cómo hacerlo. Qué movimientos hacer.
Una opción válida para cualquier ser humano menos para mí y los que somos como yo.
Porque para mí eso es hacer trampa.
Tengo que saber hacerlo yo sola, sin ayuda o, si no, no tiene mérito.
Imagínate la presión o lo hago todo yo sola (en cualquier ámbito) o ya no tiene mérito.
Eso es el perfil "genio natural".
Si pides ayuda o no lo sabes tú (y rápido, además), ya no vale lo mismo, es que no eres tan inteligente y lo mismo eres una impostora.
Cuando crees eso, ya te puedes imaginar lo que pasa. No pides ayuda jamás, te quemas, estás estresada, eres hiperexigente y un largo etcétera. (¿Te suena?)
El día que aprendí a pedir ayuda mi vida cambió. Madre mía, qué diferencia. Las cosas más fáciles, con menos esfuerzo y en menor tiempo.
Cuando lo descubres ya puedes actuar de manera diferente. Te das cuenta y cambias el rumbo.
Bueno, ese es el mío.
Mi perfil prioritario (tengo pinceladas de otros también). Hay otros cinco perfiles, son seis en total. Te los explico en el libro en la página 34 y te cuento también qué hacer al respecto. Si quieres conocer el tuyo y saber cómo gestionarlo para no perder tiempo y vida con ello aquí tienes un enlace con un precio especial por ser mi suscriptora o suscriptor. Descubre tu patrón en la página 34. Un abrazo, ya me dirás cuál es el tuyo. |