El otro día leí en un libro algo muy interesante (luego te digo qué libro era, por si tienes curiosidad).
Un padre le decía a su hijo que tener una vida maravillosa no es nada difícil.
Solo tenía que encontrar un problema reconocido universalmente como tal, al que pudiera dedicarse a estudiar en cuerpo y alma.
Que se concentrara en progresar sin obsesionarse por los resultados y así, para cuando quisiera darse cuenta, habría pasado toda una vida.
Y finaliza así:
«Te hablo de sentir lo que comúnmente se conoce como entrega».
Me ha parecido importante, aunque realmente no sea tan fácil (ni tan difícil tampoco)
Muchas veces pensamos que encontrar tu pasión significa encontrar tu vocación, y que, además, tiene que ser necesariamente tu profesión.
Y si no no serás feliz.
Pero justo por eso hay tanta gente insatisfecha y frustrada.
Por ejemplo si no tienes una vocación clara o si tienes más de un interés en la vida.
Una cosa es tener una pasión a la que te puedas entregar, y otra tener una profesión o una vocación (o ambas cosas).
Mi pasión, por ejemplo, es aprender y probar cosas (ya son dos).
Todas las cosas que hago me encantan, una era mi vocación, otras me apasionan; pero te aseguro que si no implicaran aprender, desafíos y novedades no me sentiría realizada ni satisfecha.
La cuestión es encontrar uno o varios temas que te apasionen, que te interesen lo suficiente como para ir aprendiendo y progresando con ilusión y ganas.
Y, como he dicho antes, no tiene por que ser tu profesión ni tu trabajo.
No todo tiene que convertirse en una profesión pero sí necesitas tener una pasión en tu vida.
Algo a lo que entregarte.
Hablamos de entrega y fascinación. De compromiso. De ilusión.
Y no tiene por qué ser una profesión.
Bailar, viajar, cocinar, escribir, el waterpolo, la montaña, solucionar un teorema, encontrar un medicamento, mejorar la atención a los ancianos.
Tampoco tiene que ser algo tangible.
Aprender, ayudar, probar cosas, desarrollarte espiritualmente…
¿Cuál es tu pasión?
Cuando sientes esa pasión, esa entrega, sientes la motivación y realización que necesitas. Las ganas de levantarte por la mañana y seguir aprendiendo y avanzando.
La sonrisa en la cara después de hacer algo que te encanta.
Y donde digo una pasión puede haber varias, seguidas o a la vez. Como tú quieras. Es tu vida.
Cinco semanas pasan en un suspiro y puedes seguir igual o haber avanzado y descubierto muchas cosas...
Te apuntas y el martes te doy el acceso. Vas recibiendo un módulo a la semana para que te de tiempo a hacerlo a tu ritmo y a profundizar y puedes preguntarme todo lo que necesites.