Hace un tiempo me di cuenta de que invertía mucho en mi crecimiento profesional y en el de mi negocio pero...
Me costaba horrores invertir en el aspecto personal.
Me podía gastar miles en una mentora y me dolían en el alma los 50€ de la peluquería (sin contar con que odio ir me toquen el pelo y la cabeza, jajaja) o cualquier programa de fitness, cuidado personal, curso de autoestima o lo que fuera. Me costaba la vida..
Hasta que un día me dije que eso no podía ser.
Se acabó ese patrón que probablemente indicara insuficiencia de algún tipo.
Y durante un tiempo me propuse priorizar lo personal sobre lo profesional y, ante la duda, cuidarme a mí no a mi negocio.
En vez de un nuevo curso de X, ir al fisio o la psicóloga o a clases de surf. Para acostumbrarme a invertir en mí también. Hasta que me dejara de costar tanto cuidarme.
A muchas personas les pasa justo lo contrario.
Se gastan miles de euros en cuidados personales, cremas, tratamientos, ropa, cursos personales, gimnasios, estética porque es muy importante para ti cuidarte, verte bien y sana y…
Descuidas un poquito (o mucho) la otra parte.
A mí, ya te digo a me pasaba lo opuesto.
Ambas opciones indican algún tipo de patrón, esto me lo merezco esto no. Para esto valgo para esto no.
Puede que tú estés bien así y no quieras cambiar tu patrón de gastos. Yo tuve claro que no quería seguir así.
Si quieres mejorar algo tienes que enfocarte e invertir tiempo, dinero y energía en eso. Sea profesional, físico o lo que sea.
Yo no puedo ser una abuela sana y en forma si no invierto mi tiempo y recursos en cuidarme físicamente, por ejemplo.
Tú no puedes tener un negocio viable si no inviertes en él.
La cuestión es darte cuenta y dejar de posponer cosas que también quieres, que te aportan y te hacen crecer, dejar de centrarte en lo cómodo (ya sea el tratamiento de moda o, en mi caso, el último curso de lo que sea) y centrarte también en lo demás.
En construir tu negocio seriamente.
En trabajar en tu carrera profesional.
En superar tu síndrome del impostor.
En lo que sea.
No dejar que el tiempo pase. No suele ser buena opción.
No mejora ni soluciona nada. De hecho, tiende a empeorar.
Proponte lo que queda de año el reto de invertir en algo distinto. Eso que has estado posponiendo.
Haz algo distinto. Aunque te cueste.
Si sabes que lo quieres no te arrepentirás. Sentirás que sí merece la pena cuidar tu desarrollo profesional, invertir en tu negocio de verdad, trabajar en ti.
En mi caso me solté y ya no tengo problema en invertir en mí como persona no sólo como profesional.
De hecho puedes hacer ambas a la vez (si tienes los recursos) o por etapas.
Aprovecha lo que queda del año para terminar con ese patrón que te está limitando. Cambia algo. Aunque te cueste mucho al principio.
Proponte invertir en algo distinto.
Cómo decía una de mis clientas:
"Tenía que jugármelo. No estar siempre con esto de "bueno, algún día..."
Fue positivo. Me puse a prueba. Probé algo diferente."
Suscribo cada palabra.
