Hola Friend, fíjate en esto.

¿Has notado alguna vez que a veces quieres algo y cuando tienes la oportunidad de tenerlo te echas para atrás? Cuando lo puedes hacer real, te da como cosa...

Fíjate.

Si yo te garantizara que trabajando conmigo o con mis programas tendrías el resultado que quieres, ¿lo harías? ¿Te apuntarías?

Si te lo garantizo. 

Cosa que no voy a hacer porque sería absurdo, como bien sabes. Los resultados siempre van a depender en gran parte de ti y por eso nade te debería garantizar nada, pero eso ya lo sabes, sigo.

Puede ser que hayas pensado: pues claro que lo haría, si alguien me garantiza el resultado, me tiro de cabeza.

Pero, ¿es verdad?

Te aseguro que un gran porcentaje no lo haría aunque le garantizaran los resultados. 

¿Sabes por qué? Porque cuando no te animas suele ser por algo distinto.

Suele ser por una vocecilla interna que te dice que eso no es para ti, que quizá no seas suficiente, que tú no lo vas a conseguir aunque lo garanticen y que patatín y que patatán.

El problema no es la garantía o falta de ella, es esa creencia interior que te boicotea.

Esa que tenía la clienta que te comenté el otro día.

Por eso te recomiendo que escuches el audio donde te cuento qué puedes hacer para que esa voz no te pare y que puedas avanzar y no necesites garantías porque sabes lo que quieres y que vas a ir a por ello.

Es un ejercicio muy útil y sencillo (no vas a tener que hacer nada raro), yo lo uso también en mi vida.

Te lo regalo si te apuntas hoy al programa Qué Hacer Cuando No Sabes Que Hacer (o si ya eres clienta de ese programa, claro).

Insisto, solo si te apuntas o estás apuntada ya antes de mañana martes. Mañana se lo envío a las participantes y ya no lo podrás conseguir.