El otro día encontré algo que tenía apuntado desde hace tiempo. 

Una cita (no recuerdo de quién) que decía:

"Si algo sale mal es una oportunidad para decidir qué quieres en su lugar o que otra cosa quieres que antes no habías decidido que querías".

Un forma interesante de verlo. 

En vez de considerarlo una derrota, un desastre o lo que sea, pensar: esto no lo quiero, no lo quiero así, lo que quiero es esto otro.

Y centrarte en eso.

Centrarte en concretar qué quieres. Fíjate qué diferencia.

Como le decía ayer a una clienta, en lugar de desesperarte o de tener miedo activa tu parte analítica. Como si tuvieras un botón que aprietas y analiza la situación sin dramas: esto no lo quiero, quiero esto otro. Vale, cómo lo voy a lograr. 

En lugar de desesperarte, activas tu parte analítica y sigues adelante.

Eso es solo una parte de lo que hablé con ella, en todo caso, lo mejor para lograr lo que quieres es saber lo que quieres.

Parece obvio pero no lo es tanto. 

Lo normal es enredarte en lamentos o seguir haciendo cosas que no funcionan o evitar otras cosas por miedo o pereza.

Lo habitual es no saber qué quieres exactamente.

Y ese es siempre el primer paso.

Decidir qué quieres personal y profesionalmente y entonces podrás pasar a la siguiente fase. 

Piénsalo, ¿tienes claro lo que quieres?

Si quieres ayuda, apúntate al curso y averigua qué quieres ahora, que es importante para ti, a nivel personal y profesional. Eso son los dos primeros módulos, luego hablamos de qué te para, de eliminar miedos y de tomar decisiones.

Y con eso podrás avanzar, podrás hacer algo diferente o afianzar lo que estás haciendo. Tendrás la confianza y la claridad que quizá estés buscando ahora.