Muchas veces, estamos tan ocupados corriendo detrás de nuestros objetivos, que no damos importancia a la construcción de una base sólida para nuestra vida.
Hay un par de peligros implícitos en el hecho de ir en pos de grandes objetivos sin habernos tomado un tiempo para poner en orden las bases de nuestra vida.
El primero es que alcancemos el objetivo, pero que no sea duradero. Que te dure poco por mucho que hayas sacrificado o invertido en él.
Que no haya una base sólida para sostenerlo.
El segundo peligro es que, una vez logrados tus objetivos, no experimentes un sentimiento de satisfacción.
Y eso es porque no lo has elegido bien.
Y al final cuando lo consigues pues no es lo que esperabas, o te sientes vacía, o vas rápido a por otra cosa porque no es suficiente para ti.
¿Te suena?
Es muy frecuente, nada más y nada menos que porque tenemos muchas presiones e influencias externas y al final pues no sabes qué quieres de verdad.
Por eso tienes que procurar construir una base sólida primero. Saber lo que quieres.
Lo que quieres tú.
En eso te puedo ayudar.
A descubrir qué quieres de verdad en la vida para que establezcas objetivos que te hagan sentir realizada y no vacía. Que te emocionen y no te parezcan poca cosa.
Para eso, no construyas sobre arena, construye sobre roca.