Hola Friend,
Ayer estaba jugando a un juego que me entretiene y relaja, en el que tienes que ir eliminando figuras de tres en tres hasta que se acaba el tiempo o te quedas sin movimientos posibles.
Y en uno de esos momentos, me salió un mensaje diciendo: ¿quieres mezclar las fichas y seguir jugando?
Es una opción del juego totalmente válida, como un comodín.
¿Y qué pasa? Que para mí eso es como hacer trampas y ya "no vale".
Por supuesto, no es hacer trampas puesto que es una opción del juego pero para mí sí (hola, autoexigencia y perfeccionismo) y prefiero perder.
Y eso a ese nivel tan básico ya es autosabotaje.
Me di cuenta y empecé a usar el comodín de mezcla y a trabajar mi necesidad de que las cosas sean de una determinada manera para que sean válidas.
Ese es el tema de hoy.
¿Por qué decir que no a opciones que harían tu vida más fácil?
Es como si estuvieras a oscuras, pudieses encender la luz y tú decidieras que eso no vale.
La mente y sus jueguecitos.
Puede ser debido a decepciones pasadas si elegiste lo fácil, a la presión de la sociedad de que si algo es fácil no merece la pena, no tiene mérito o que lo bueno requiere sufrir, o que si es demasiado fácil algo malo andará detrás o que no te mereces lo fácil...
Y es exactamente eso lo que trabajarás en mi libro en PDF "Cómo superar el Síndrome del Impostor. Estrategias para superar la inseguridad profesional".
Para que a partir de ahora si tienes acceso a la luz, la enciendas.
De manera limitada, estos días de reflexión te lo ofrezco con un descuento sorpresa. Lo tienes en este enlace:
Un abrazo, |