Hace poco mirando mis gastos me di cuenta de una cosa importante.
Me había dado cuenta en otros aspectos pero este fue un recordatorio.
Revisando mis gastos, como te decía, me di cuenta de que siempre había algún imprevisto o gasto extra.
Cuando no me había comprado algún capricho o alguna formación había llegado el pago de un seguro o un pago extra de algo o se había estropeado algo o nos íbamos de vacaciones o había mil cumpleaños, etc.
No había ni un mes sin algún tipo de gasto no planificado.
Y entonces me di cuenta de que llevo toda la vida pensando en términos de esperar a que no haya gastos imprevistos.
Y la realidad es que no hay tregua.
No vale eso de la cuesta de enero o el comienzo del curso o las vacaciones. Todos los meses hay algo.
No hay tregua.
Y me di cuenta de que si, en vez de esperar a esa tregua o de "sorprenderme" por el gasto extra, acepto que siempre va a haber gastos imprevistos, no estoy a la espera de una utopía, no le doy más vueltas y organizo mi presupuesto en función de eso.
Y la vida es lo mismo.
A veces esperamos a que llegue un periodo de bonanza o una tregua para lanzarnos a lo que sea que queremos.
Y el tiempo pasa y surgen cosas.
Que si un gasto extra, que si estamos desmotivados, que si alguien se pone enfermo, que si pierdo el trabajo, que si me voy de vacaciones...
Siempre hay algo.
Y te frustras y sigues esperando.
Pero, ¿y si asumes que es normal? Aceptas que no hay tregua (pero pensándolo bien no como un castigo) y que esto es la definición de vida.
Entonces, con esa perspectiva, te puedes plantear las cosas de otra manera.
Quizá ya no esperes tanto.
Y no te frustres ante un imprevisto.
Lo añade a tu día a día y sigues con tus planes metiendo esos "extras" (que no son tan extras) en esos mismos planes.
Te dejo con una cita de Alfred De Souza que justo leí al respecto:
"Durante mucho tiempo tuve la impresión de que la vida estaba a punto de comenzar... la vida real. Pero siempre había algún obstáculo en el camino, algo que había que solucionar antes, algún asunto inacabado, obligaciones que cumplir, una deuda que pagar. Luego comenzaría la vida. Al fin, me di cuenta de que estos obstáculos eran mi vida."
Impresionante.
No hay tregua, siempre hay algo. Es la vida.
Un abrazo, |