Me he dado cuenta de lo fácil que es, tristemente, olvidarte de las cosas que te gustan, que te hacen sentir viva.
Lo fácil que es renunciar a ellas.
Olvidar que un día alguien, algo, algún lugar te hizo feliz. Que salías con una sonrisa, diciendo:
Quiero más de esto.
Cuando voy a clase de surf, por ejemplo, salgo como nueva, exaltada, emocionada, con un cansancio feliz, con brillo en los ojos.
(¿Te acuerdas de lo que decía Lola Flores? ¿Sabes por qué estoy tan guapa? Porque el brillo de los ojos no se opera).
Sin embargo, cuando llevo un tiempo sin ir...
Se me olvida esa sensación. Sé que me sentía así pero no lo siento y pienso que bueno, también estoy bien sin ir, y más con lo activa que soy que cuando no hago una cosa hago otra.
No es resignación, puede que sea porque eres adaptable y agradecida y sabes ser feliz de muchas maneras.
También puede ser porque te has ido dejando arrastrar por el día a día, por cosas que tampoco te llenan pero que llenan tus días...
Pero la realidad es que se te olvida cómo te sientes después.
Y cuando vuelves te dices ¿pero por qué no hago esto todos los días?
Y te vas un tiempo y se te vuelve a olvidar.
Bueno, tampoco lo necesito.
Es fácil olvidar cuánto te gusta lo que te gusta.
Cuánto te gusta esa otra vida.
Esa otra persona.
Esa actividad.
Total, también estás bien así. Pero la realidad es que no hay tantas cosas que te hagan sentir así, e incluso si las hubiera... ¿Por qué renunciar a algo que te hace sentir viva? La vida es finita y da muchas vueltas y ser feliz, sentirte viva, nunca sobra.
Si te encuentras pensando: a mí me solía gustar eso, me hacia muy feliz... Retómalo.
Prueba a añadir a tu vida de forma frecuente todo eso que te hace sentir viva.
Elige esa otra opción.
No la de olvidarte, sino la de tenerlo bien presente.
¿Como sería tu vida, cómo serías tú, si eliges la alegría, el entusiasmo, las risas, la emoción, el cansancio sano de después?
Tanto en los malos momentos como en los que ya son buenos, sentirte así te hace creer en ti misma, ser más optimista, tener más claridad y valor.
¿Qué te hace sentir viva?
Recuerdate no olvidarlo. Recuerdate seguir haciéndolo. Recuerdate recordarlo.
Y oblígate a hacerlo si hace falta.
A veces estamos tan inmersos en la rutina, tan ocupados con todo tipo de cosas que nos tenemos que obligar a hacer cosas que sabemos que nos hacen felices.
Y puede que pienses, a ver, si me hace feliz no tendría que obligarme, pero no siempre es así. A veces la pereza, el miedo, la confusión, la comodidad…
Lánzate.
Y si no tienes claro que te hace feliz, piensa en cuando eras más pequeña, por ejemplo. Si quieres más ayuda para decidir qué quieres en tu vida, es aquí.
Un abrazo, |