El martes fui a la playa. El mar estaba bastante revuelto y así reflexionando me di cuenta de que las personas que estábamos allí nos podíamos clasificar, por decirlo de algún modo, en tres grupos.
Unos cuantos estaban en la arena, debajo de su sombrilla y sin ninguna intención de meterse en el mar.
Otras personas paseaban por la orilla tranquilamente.
Y unos pocos, entre ellos yo, claro, metidos en el mar. Con lo que eso suponía...
Olas fuertes que te dan te tiran, rodillas magulladas, tragar más agua que... y salir con el
pelo como una loca y asegurándome de que el bañador estaba en su sitio.
Porque yo no soy de las que salen impolutas y elegantes, yo como si me hubieran dado una paliza.
Hecha polvo, jajajaja.
Pero lo más importante...
Con una sonrisa gigante en la boca de lo bien que me lo había pasado (a pesar de que tenía un poco de miedo porque la vez anterior había pisado un pez araña y no quería pisar la arena, jajaja).
Pero sabes lo importante.
Que los demás también tenían una sonrisa en la boca.
Cada uno disfrutaba de ese día a su manera.
Y todas ellas estaban bien.
Es importante saber cómo disfrutas tú (como alegoría de qué quieres en la vida) para que así no estés pensando...
Me tenía que haber metido, mira qué bien se lo está pasando esa y yo aquí que no me atrevo.
O...
Tenía que haberme quedado fuera, voy a salir toda magullada, ves tendría que estar paseando y no aquí tirada en la arena...
O que pienses mira esa loca ahí metida o mira esos que aburridos ahí sin hacer nada.
Cuando sabes lo que quieres, lo que a ti te hace disfrutar, no criticas, no te comparas, no te intentas obligar a hacer algo que no quieres hacer, porque te conoces y sabes que estás haciendo justo lo que quieres hacer.
Y te parece genial que otros hagan otras cosas porque es su vida.
Y oye, a lo mejor el próximo día haces tú otra cosa.
Es lo bueno de saber lo que te gusta, lo que te hace disfrutar, que elimina el ruido externo. Estás feliz y contenta haciendo lo que quieres.
Paseando tranquilamente, o jugando con las olas, o leyendo en la arena...
Tú lo eliges.
Y qué importante es elegir : )
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