Un día casi quemo el motor del coche...
Hace tiempo que no conduzco y decidí probar a dar marcha atrás y meter el coche en el garaje de un terreno de mis suegros.
Así que ahí que fui tan contenta a dar marcha atrás.
El coche se calaba todo el rato, jajaja. Y yo ahí acelerando como si no hubiera un mañana.
Dice mi hijo: me gustaba ver cómo calabas el coche.
Y yo seguía y seguía hasta que casi quemo el motor. Y entonces paré, claro.
Y me di cuenta de que la vida es eso en realidad...
Probar probar y probar hasta que se acabó el probar porque se quema el motor. Claro que hay alternativas.
Puedes probar, porque eres independiente y cabezota como yo, y luego...
pedirle a alguien que te enseñe en lugar de obcecarte y quemar el motor.
Puedes probar porque ya sabes o crees que sabes cómo hacerlo pero no te acaba de salir y decidir descansar antes de quemar el motor y luego volver a probar.
Puedes cambiar el motor si al final se quema. Y si no se puede cambiar dices pues oye a menos lo probé...
Aplícalo a tu vida. Hay algo que quieres hacer. Pruébalo. Aprende cómo se hace, pide ayuda, descansa, pero no dejes de probar.
Al final metí el coche sin estropear nada.
La vida es probar y también saber cuándo parar a descansar, cuándo pedir ayuda, cuando volver a intentarlo y cuándo pasar a otra cosa.
Todas esas habilidades las desarrollas en mi curso para profesionales estancados que quieren volver a arrancar sin quemar el motor ; )
Un abrazo y buen fin de semana,
|