Hace poco, en una típica escena familiar de cualquier casa ; ), mi hijo me decía:
"Mamá, por favor, dame otra oportunidad".
Con su sonrisita pícara...
Y me di cuenta de una cosa interesante que los adultos ya no mantenemos y que nos perjudica.
Dos cosas, en realidad.
Una, que él no tiene miedo de pedir más oportunidades. Siempre confía en sí mismo, en que puede mejorar y en que hay muchas oportunidades.
No oirás a un niño decir: "oh, no, ya no tengo mas oportunidades, he perdido mi tren, esta era la buena, ya no queda nada por hacer".
No.
Para ellos está esta oportunidad y otra y otra y todas las que tú quieras darle porque él no se va a cansar de pedirlas.
Qué bonito, Friend.
Imagínate.
Me ha salido mal, pues quiero otra oportunidad. Y otra. Y otra. Y sigo probando y buscando oportunidades.
Eso ya no lo haces, ¿a que no?
Y luego está la otra parte.
Te sale algo mal o no era como esperabas y ¿qué hace una niño? Pues prueba otra vez o lo intenta de otra manera o con otra persona.
Otra oportunidad no significa repetir siempre lo mismo exactamente igual, sino volver a intentarlo...
Sin rencor por lo que no funcionó antes y con ilusión porque se puede intentar más veces.
¿Y qué hacemos de adultos?
Esto ya lo he probado, no es para mí.
Esto no funciona, ya no va a funcionar nunca y no voy a probar más.
Es el típico: "Todos los psicólogos/coaches/peluqueros/... son iguales.
Le digo que me corte las puntas y me deja sin pelo.
Me fue mal con uno, todos son así.
Pues ya no voy a la peluquería, es que todos son iguales.
Y con formaciones más. Yo ya he hecho un curso de eso y no me valió para nada. Así que todos son una m...
No me digas que no, Friend.
Te invito a volver a tu lado infantil y recuperar la ilusión por las oportunidades variadas y por dejar atrás lo que no funcionó y probar algo nuevo.
¿Te caes de un árbol? Vuelves a intentarlo. Con ese mismo, con otro o cuando te recuperes de la caída. Como un niño.
Mi hijo intenta trepar todo árbol que se le cruza. No lo consigue en muchos, en otros sí. No se rinde. A veces dice: hoy mi cuerpo no me deja y deja de intentarlo ese día y vuelve al otro.
Las cosas cambian cuando tienes esa mentalidad. Fíjate.
Esto no ha salido bien, voy a por otra, porque me interesa, porque es importante para mí. Otra forma de ser feliz, otro intento de tener una carrera que me encante, de que mi negocio funcione.
Tienes oportunidades hasta el ultimo día de tu vida.
A lo mejor no son las mismas. Tienen otro color, tamaño, olor, pero son oportunidades.
¿Y si fracaso? Pues tienes otra oportunidad.
¿Y si no fracasas? ¿Y si esta es buena? No "la buena", buena a secas porque hay muchas buenas. Y luego hay más buenas.
Y alguna no tan buena que te hace aprender o que te deja hundida, pero te levantas y dices "venga, hoy mi cuerpo no me deja, pero mañana busco otro árbol".
O lo encuentras por el camino y dices "voy a probar".
- No deseches nuevas oportunidades porque otras no funcionaron.
- Siempre hay nuevas oportunidades.
- No te obsesiones con que sea siempre lo mismo. Hay muchos árboles distintos...
Si te sientes estancada profesionalmente y cansada de probar cosas, hacer cursos, leer libros o lo que sea. Sigue probando. Sigue buscando.
