Hola, Friend,
El otro día leí de una coach que me gusta (Naomi Dunford) una diferencia importante que te ayudará a entender, quizá, por qué te cuesta centrarte en algo.
Por qué abandonas.
Te lo digo ya.
No es que te cueste centrarte, en realidad. Es que te cuesta (nos cuesta) comprometerte.
Sabes centrarte, sabes elegir, pero ¿por qué no eres perseverante en algo?
¿Por qué tu atención se dispersa?
Quizá no sea porque no te guste, no lo hayas elegido tú, ya te aburra o hayas cambiado de opinión.
(Aunque sí, a veces es por eso).
Sino porque no quieres cerrar la puerta a otras cosas que puedan aparecer y quizá ser mejores.
--> Porque centrarse significa que priorizas una cosa sobre las demás, dejando de prestar atención al resto.
No para siempre, pero sí por ahora.
Y esa es la cuestión: necesitas bajar el volumen al resto de opciones, distracciones, oportunidades, etc.
Para centrarte necesitas excluir, echar, cerrar la puerta al menos temporalmente...
Y estamos acostumbradas a mantenerte en búsqueda a ver qué sale que pueda ser mejor.
Buscar y centrarse son cosas opuestas, Friend.
En el momento en el que dejes de preguntarte si X es lo mejor que puedes hacer, empezarás a centrarte.
Así que reduce tus opciones, alternativas, proyectos, RUIDO y céntrate en lo que sea que hayas elegido. No busques más hasta que no hayas cumplido tu objetivo; ponte un tiempo y cierra la puerta al resto.
Por supuesto, no es tan fácil, así que en el próximo email te digo cómo conseguirlo. Porque no se consigue con disciplina o motivación solo. No, no.
Eso para el próximo mail.
|
