¿Cómo va todo? Hoy te quiero hablar de algo muy importante...
Piensa un momento en algo que te hayas propuesto y que no hayas conseguido... (es por algo útil, no te preocupes).
¿Por qué crees que fue?
¿Porque en realidad no querías hacerlo o porque no sabías cómo hacerlo?
Ahí está el quid la cuestión, Friend.
Una distinción importante que te ayudará a entender muchas cosas y a simplificar lo que hagas a partir de ahora.
Son los dos elementos clave para tener resultados, para que las cosas te salgan bien, para que acabes lo que empiezas.
1. Compromiso.
Es decir, querer hacerlo. Querer de verdad. Que algo te interese, te fascine, te motive, te encante, que quieras hacerlo sí o sí independientemente del resultado.
Que nadie te pueda convencer para no hacerlo (o que le cueste muchísimo).
A ese compromiso me refiero.
Como cuando dices que vas a cambiar de carrera y la gente está en contra pero tú sabes que lo vas a hacer sí o sí.
O cuando quieres vender uno de tus servicios y vas a hacer lo que sea para vender.
Cuando remueves cielo y tierra para lograr lo que quieres.
2. Competencia.
Aquí hablamos de saber qué hacer, de ser bueno en ello o de aprender.
Y estos son dos elementos claves. Cuando haya algo que se te resista pregúntate:
¿Qué me falta ahora mismo?
¿Interés o competencia?
¿Sigo queriendo hacerlo? ¿O hay algo dentro de mí que no está del todo comprometido?
Alguna resistencia.
A veces no nos damos cuenta pero tenemos nuestras razones para no conseguir algo.
Razones como
el miedo al éxito, como pensar subconscientemente que si logras eso que tienes en mente algo va cambiar para peor (
levantarás envidias, dejarás de gustar, tendrás que salir de tu zona de confort, etc).
Razones hay muchas, la cuestión ahora es distinguir que es lo que falla, el compromiso o la competencia.
Quizá estés comprometida al 100% y no tienes resultados porque no sabes bien cómo hacer algo. Esto es típico, por ejemplo, cuando empiezas un negocio.
Te desesperas porque no tienes resultados. Estás ilusionada, comprometida, pero ves pocos avances.
Y es, en realidad, porque no sabes qué hacer ni cómo hacerlo.
¿Lo bueno? Que eso se aprende.
¿La solución?
- Si descubres que te falta compromiso, interés, pasión...
Decide qué vas a hacer al respecto.
Dejarlo para más adelante, descartarlo totalmente (¿qué sentido tiene hacer algo a medio gas?) o preguntarte qué puedes hacer para recuperar esa pasión, ese compromiso inicial.
¿Hay algo que puedas cambiar, mejorar, hacer, para que sea más divertido o más emocionante para ti ?
- Si descubres que te falta competencia es más sencillo.
Busca qué necesitas para mejorar y ponte a ello.