Hola Friend,
¿Cómo ha ido la semana? Hoy te traigo un tema muy interesante con una postura de la que no se suele hablar...
Déjame empezar contándote que soy una persona ligeramente aventurera.
Me gustan ciertas actividades de riesgo (bajo), por ejemplo el rafting (ahí me ves saliendo feliz de mi primera experiencia con mi hijo), puentes colgantes, tirolina, trineo con perros...
Pero también hay otras a las que no me apuntaría ni loca, por ejemplo escalada, puenting, paracaidismo...
Y a veces te pueden decir, pero no seas cobarde, inténtalo, hasta que no lo pruebes no lo sabrás.
Y aquí empieza lo importante...
Nadie me conoce mejor que yo misma (ni a ti nadie mejor que tú misma, aunque algunos te lo quieran hacer creer).
Y yo sé que ciertas actividades no me aportarían nada, solo pasarlo mal, que no es cobardía es autoconocimiento y no necesito probarle nada a nadie.
(Ni siquiera probármelo a mi misma, yo ya sé que si quiero algo lo hago aunque me de miedo.)
Y esto te lo digo porque a la hora de afrontar miedos, hay que saber si superarlo nos va a aportar algo bueno a corto o medio plazo o si simplemente lo vamos a pasar mal y no vamos a lograr otra cosa que pasarlo mal.
Esto es algo que mencionan en un libro del que te hablaré más tarde.
La cuestión es que en la vida siempre tendremos miedos de algún tipo y muchas veces es importante seguir adelante y probar a pesar del miedo porque sabes que si lo haces tendrás algo bueno después, supondrá un CRECIMIENTO.
Porque aunque lo pases mal al principio acabarás más fuerte.
Por ejemplo, superar el miedo a volar es bueno porque te abre un mundo de viajes.
Superar el miedo a hablar en público si quieres ser motivador.
Eso sabes que te va a aportar algo, que merece la pena probarlo.
Por ejemplo, en un viaje que hice a Costa Rica teníamos incluida la actividad de tirolina. A mi me daba miedo pero en el fondo sabía, porque lo sabía, que me encantaría.
Así que me lancé y, efectivamente, me encantó.
Y ese atrevimiento hizo me me sintiera más valiente y que aumentara mi autoestima, como suele pasar cuando haces algo a pesar de los miedos.
Como el miedo a dejar la ciencia o el miedo a la visibilidad, sabes que va a merecer la pena y te hace crecer.
Sin embargo, ahora te pongo el ejemplo contrario.
En el mismo viaje también teníamos una actividad de snorkeling.
Nos dejaban alrededor de una isla pequeña un rato para ir viendo superficialmente el fondo marino.
Yo sabía que me daba miedo porque tirarme en medio del mar no me gusta nada y por un lado no quería hacerlo pero claro, tenía que ser precioso, todos sabemos lo bonito que es bucear y ver corales y peces de colorines, ¿verdad?
Así que yo a pesar del miedo que tenía me tiré y lo hice.
(Todo esto unido a que el monitor nos informó de que en esa zona podía haber tiburones y que, además, ese día el agua estaba algo turbia, imagínate. Yo me imaginaba la típica escena de Tiburón con las piernas y el tiburón por debajo...).
¿Y qué paso?
Que tenía tanto miedo que me puse a nadar como una loca, di la vuelta a la isla en tiempo record y me daban igual los peces, los corales y cualquier cosa que me encontrara por el camino.
Yo solo tenía ansiedad por estar ahí en medio del mar rodeada de agua turbia y posibles tiburones.
No lo disfruté, no me sentí mejor, no me aportó nada ni me sentí orgullosa, más bien tonta. Para qué hacer algo que sabes que no te va a gustar y que no te va a aportar nada. Pues para probarme a mi misma que podía superar mis miedos.
Pero es más productivo superar miedos útiles.
Eso fue hace ya 12 años. Ya no necesito probarme ni a mi ni nadie que soy valiente.
Si me apetece y sé que me va a gustar lo hago. Si no, no, ya ni lo pienso y me da igual lo que me digan los demás o lo espectacular que se supone que será.
No hace falta superar todos los miedos del mundo.
Que me da miedo estar en medio del mar pues me quedo cerca de la orilla o en el barco y punto y que se tiren los demás. No supone una gran diferencia en mi vida.
Lo que sí hay que superar es lo que sabes que va a suponer una diferencia en tu vida.
Porque lo sabes, siempre lo sabemos.
Sabes que dejar ese trabajo que te amarga desde que entras hasta que sales va a mejorar tu vida, pero te da miedo. Ese es un miedo que merece la pena afrontar.
Sabes que invertir dinero en tu negocio va a mejorar tus resultados y a merecer la pena, pero te da miedo.
Ese es un miedo que merece la pena ignorar.
Ahora, ¿que te dan miedo las cucarachas? No hay necesidad alguna de meter la mano en una caja llena de ellas, no te va a aportar nada.
Aunque hay que decir que a mi que me dan un asco supremo los gusanos, en unas prácticas de zoología (invertebrados no artrópodos en concreto ; ) me atreví a coger un puñado de gusanos con la mano y me sentí super orgullosa, jajaja.
Eso con 20 años, ahora no tengo necesidad de repetirlo.
En fin, que seas consciente de que afrontar miedos es necesario pero que, al contrario de lo que se suele decir, no hace falta afrontarlos todos.
Elige lo que sea más útil para ti afrontar : )
Espero que te ayude la reflexión de hoy y mis historias de miedo, jajaja.
Cuéntame si te atreves a superar algo me encantará saberlo.
Que tengas una buena semana, yo me voy a la piscina que no hay tiburones, jajajaja. | 
