Feliz año, espero que hayas pasado unas buenas Navidades.
Yo estoy revisando lo que fue el 2020, planificando este año y deseando que me toque vacunarme ya (como científica que soy no tengo dudas y lo estoy deseando, a ver si podemos tener vida normal cuando tengamos la inmunidad de rebaño).
Hoy quiero compartir contigo algo que seguro que necesitas en algún aspecto de tu vida.
Seguro.
Muchas veces sientes insatisfacción, frustración, te sientes insatisfecha (o insatisfecho), quizá infeliz.
Y como hablamos muchas veces puede haber distintas razones, miedos, inseguridad, no saber bien qué hacer, no saber qué camino seguir, qué elegir, etc.
Todos esos temas los voy tratando en mis posts y los trabajamos en mi programa PQH claro, pero hay uno muy importante del que no se habla mucho y que necesitas sí o sí.
A ver si adivinas cuál es...
Darte permiso.
Darte permiso para descubrir.
Darte permiso para probar, para equivocarte, para fallar, para caer y volverte a levantar.
Darte permiso para triunfar, para destacar, para cambiar.
Darte permiso para ser diferente, para cambiar de opinión.
¿Para qué necesitas tú darte permiso?
Date permiso para disfrutar, para gastar, para descansar, para atreverte.
Para no ser perfecta, para no ser fuerte, para tener miedo o dudas, para no tener siempre el control.
Porque si tú misma no te das permiso para hacer lo que de verdad quieres hacer, da igual el resto, no lo harás.
Date permiso para abrir esa puerta, salir y descubrir que hay ahí.
Lo necesitas tú, lo necesito yo y lo necesitamos todos en algún momento o en algún aspecto de nuestras vidas.
Así que ahora, en este 5 de enero, nada más empezar el año, date permiso para...
_________________________________
Piénsalo y a por ello.