Hace poco me enteré de que dos personas bastantes conocidas en el mundo online habían cerrado su negocio porque estaban totalmente quemados.
A una de ellas le iba muy bien pero ya no podía más, no disfrutaba de su vida personal, no lograba desconectar nunca.
La otra persona empezó a ver que económicamente no obtenía los mismos resultados y se quemó también porque estaba muy involucrado.
Entonces hay gente que dice que esto de emprender es una burbuja, que todo es mentira y humo.
Y mira, con eso no estoy de acuerdo.
En primer lugar porque que le pase a algunas personas no quiere decir que nos pase a todos.
En segundo lugar, porque cada uno tenemos nuestras circunstancias y situaciones y no creo que eso implique que haya una burbuja y que todo lo que se diga online sea mentira.
(De hecho, he hecho un montón de cursos y te puedo decir que la gran mayoría son buenos, que la gente sí ofrece cosas buenas, o que yo sé elegir, jajaja).
Es también como si dijéramos que cualquier profesión es falsa porque la gente deja sus trabajos continuamente. Y eso no es así.
Pero sí hay algo que me sorprende mucho.
Y no solo de esas dos personas, se lo he oído a bastantes más.
Que llevaban hasta cuatro años sin vacaciones, sin desconectar de su negocio.
Me sorprende la cantidad de personas con negocio que no se cogen vacaciones NUNCA.
Yo me muero antes, vamos.
Llevo 12 años con mi negocio y te puedo asegurar que he cogido todas las vacaciones y casi todos los puentes.
Que llevo a mis hijos al colegio (bueno, ahora al pequeño que el mayor ya no me deja, jajaja). Que quedo con amigas para desayunar, comer, merendar, cenar, salir o lo que sea. Que tengo aficiones, que también me dedico al doblaje.
Eso sí, estoy igual de segura de que económicamente mi negocio ni se acerca a los suyos.
Y me da igual.
Porque llevo 12 años viviendo de esto y teniendo una vida. Por la sencilla razón de que al iniciar mi negocio tuve una cosa muy, muy clara que ha hecho que mi negocio no me queme.
Aunque haya tenido altibajos de resultados o de motivación o tormentas personales, no he llegado a ese nivel de quemarme y tener que cerrarlo porque me he quedado sin vida.
Ojo, puedo cerrarlo en un futuro, claro que sí, por mil razones, salud, encontrar otra cosa que me guste más, pero eso es la vida.
Lo que no me va a pasar es quedarme sin vida.
Por la sencilla razón de que al iniciar mi negocio tuve una cosa muy, muy clara que ha hecho que mi negocio no me queme.
Eso tan importante para evitar que tengas que cerrar porque acabas quemada te lo explico en el primer modulo de mi programa de mentoría para emprendedores.
Para que no te metas en la boca del lobo.
Espero que te apuntes, especialmente si estás empezando y tienes esa mezcla de ilusión y angustia, miedo a encontrar un espacio en el mercado, a vivir de esto. Porque no quiero que subestimes ese primer paso que evitará que tengas que cerrar porque te quemas.