El tiempo todo lo cura, dice un refrán.
Con la edad, se aprende. Se dice también.
Bueno, bueno. Sí pero no.
El otro día escuché a una psicóloga decir que hay cosas que no curan los años, ni el tiempo. Al revés, que pueden empeorar o enquistarse.
El tiempo no lo cura todo. Puede arreglar algunas cosas, puede enquistar otras.
Lo que cura es lo que haces con ese tiempo.
Hay cosas que toca pasar, sí o sí. Para otras está en tu mano hacer algo.
Si te sientes atascada y no sabes por dónde tirar procura averiguar si es algo temporal que sí necesita tiempo, necesitas descansar, dejar de pensar.
O si es algo que necesita una solución, necesita que te pongas en marcha de alguna manera, que hagas algo diferente (aunque todavía no sepas qué es ese algo).
Seguro que ya sabes lo que te voy a ofrecer ahora, y eso es bueno : )
Ya sabes que hay un puente entre cómo estás ahora, atascada, confundida, quizá agobiada o simplemente cansada ya de tu situación... Y cómo puedes estar.
Claridad. Orden. Foco.
Tu puente para ir de la confusión a la claridad, a tu ritmo y con mi ayuda.
Es hora de dejar de esperar que las cosas cambien mágicamente. La vida ayuda, desde luego, muchas veces. Pero normalmente cuando estás en marcha, buscando, activa.