Un paradigma es un ejemplo o modelo de algo. Y solemos tener un montón de modelos mentales sobre lo que es correcto y deseable en nuestra vida, modelos que, si nos descuidamos, quedan fijos y se convierten en creencias.
Suelen tener esta estructura:
“Para conseguir esto, debería hacer esto”.
Si quiero tener éxito debería ganar mucho dinero.
Si quiero ser buena profesional tengo que tener una vocación.
Si me aburro es que soy una inmadura.
Si quiero vender voy a tener que engañar o molestar a la gente.
Y esas creencias, esos paradigmas o modelos de cómo tienen que ser las cosas te pueden afectar muchísimo. Especialmente cuando no concuerdan con lo que tú quieres.
Cambiarlos puede suponer un antes y un después en tu vida. Porque cuando dejas de creer que algo es verdad se te abre un mundo de posibilidades.
Y la pregunta del millón, ¿cómo los cambio? ¿Y cómo sé que lo he cambiado?