Elegir en función de otros y pensar que lo correcto es satisfacer es algo muy muy frecuente.
El problema es que recibes este tipo de educación y al final creces con el miedo a defraudar, a decepcionar a los demás.
Y llega un día, si tienes suerte y llega, en el que, como mi lectora, te das cuenta de que te has perdido.
Que no sabes ni elegir, porque nunca has podido. Como dice ella:
“Como adulto no sé qué me apasiona, porque de niña no tuve la oportunidad de elegir hacer siquiera cosas que me gusten, todo era una obligación, un deber”.
El pasado ya no lo puedes cambiar.
Pero sí puedes empezar desde ahora, darte cuenta de que eso es una creencia, no una realidad.
Que elegir en función de otros y satisfacer siempre NO te ha ayudado.
Que es hora de cambiarlo. Y cambiarlo depende de ti.
Decide que te toca elegir a ti.
Que es tu vida.
Que eres tú la que al final se arrepentirá o habrá disfrutado con ella.
Que a quien no tienes que decepcionar es a ti misma.
Puede que no sea fácil, muchas cosas no lo son. Pero es factible.
Llegó la hora de pensar qué quieres hacer tú.
Y si alguien se enfada, tiene dos trabajos: enfadarse y desenfadarse.
Hay 2 opciones:
* Abandonar, bajar la cabeza y seguir haciendo lo que no quieres hacer. Así X, Y o Z estarán orgullosos de ti.
Tú, no tanto.
* Seguir adelante sabiendo que es tu vida y que la que elige eres tú. Puedes estar triste, dolida o decepcionada. La vida es así, pero al menos te sentirás feliz de hacer lo que de verdad quieres hacer.