Hoy tengo una reflexión corta pero importante si estás en un momento en que las cosas no te van bien.
Incluso piensas que todo te va mal.
O a lo mejor no te va mal pero las opciones que tienes delante pues...
No te gustan.
Ninguna te gusta.
Y no es una excusa ni es miedo.
No. Cuando no son excusas.
Cuando piensas: es que todas mis opciones son malas. No hay camino bueno ahora mismo. No sé qué hacer
Cuando todas tus opciones sean malas. Cuando no te guste nada...
Haz esto:
Elige lo menos malo.
No para aprender a amarlo y que te guste, no. No tiene que gustarte algo que no te gusta.
Lo haces para seguir avanzando.
Porque avanzar y seguir adelante te abre nuevas puertas, nuevos caminos, nuevas oportunidades.
Como la vida da mil vueltas habrá nuevos caminos y nuevas puertas aunque ahora no las veas.
Elige lo menos malo y sigue avanzando.
¿Pero tengo que hacer algo que no me gusta? Pues sí, a veces sí. Así es la vida, a veces las circunstancias mandan.
¿Es lo ideal? No, pero es que muchas veces no tenemos lo ideal a mano.
Tenemos lo que tenemos. Y si lo que tenemos es malo elegimos lo menos malo y a ver qué sale de ahí.
Es más fácil cambiar de rumbo cuando estás en marcha o probando caminos nuevos que cuando estás parada.
Y eliges la opción menos mala con la esperanza de que de ahí puedan salir nuevas oportunidades u opciones, sabiendo que la vida da muchas vueltas y que ahora no ves nada que te guste pero eso no quiere decir que no lo haya.
Ojalá cambie pronto tu situación si estás en esas. Y si no, siempre adelante, porque está más que probado que la actitud ayuda.
Si ahora no puedes cambiar tus circunstancias, haz algo diferente, lo que menos te disguste.
Lo que menos te disguste. Aunque te disguste.
Y sigue adelante. En mi opinión es peor estar estancada que en movimiento. Pero esa es muy opinión.