No sé si esto te lo había contado ya.
Cuando estaba empezando con mi negocio de coaching, allá en el 2010 y la gente me preguntaba qué tal me iba y yo decía: bueno, ahí vamos, poco a poco.
La gente me animaba: claro, es normal, ánimo.
Cuando me empezó a ir bien y respondía a la misma pregunta:
Pues muy bien, la verdad, estoy muy contenta.
Hubo personas que me miraban y decían: Ah.
Y cambiaban de tema.
Resulta que no a todo el mundo le gusta que te vaya bien. No todo el mundo se alegra. Llamadme ilusa, yo pensaba que sí, jajaja.
Eso me recuerda a una frase que tengo en mi libreta de frases:
"Es complicado soportar el placer ajeno, porque nos dice que estamos muertos."
Lo dice Manuel Vilas en su libro, "Nosotros".
Yo desde luego muerta no estoy, celebro los triunfos ajenos, me alegro porque no siento que me perjudiquen a mí o que porque a alguien le vaya bien a mí no. Incluso cuando no me va bien pues le deseo lo mejor y trabajo para que a mí también me vaya.
Esa es mi actitud ante la vida.
Crear mi propio placer y celebrar el mío y el de los demás.
Creando, cambiando, averiguando lo que quiero y lo que no, lo que me hace feliz y lo que no, arriesgándome.
Sé que muchas personas sois como yo. Por eso estás aquí y me lees.
Conectamos.
Para vosotras, para ti. Si necesitas ayuda para encontrar eso que quieres hacer, tu placer, tu ilusión, tu éxito...
Te puedo ofrecer estas tres opciones basadas en mi experiencia y forma de ver la vida:
Cuando yo me apunto a algún curso ya no me vale sólo el contenido, quiero conectar con la persona, que su forma de ver la vida y su mentalidad me atraigan. Eso para mí es más importante que el contenido.
Buen contenido hay en muchas partes. La mentalidad que yo quiero ya es otra cosa...
Eso yo. La cuestión es lo que quieres tú.