No te puedes imaginar la de veces que me han escrito en el blog, redes o por email diciéndome, a veces con indignación, que las cosas no son tan fáciles.
Que la teoría es muy bonita pero la práctica es otra cosa.
Que no es tan fácil.
Que es muy fácil escribir pero la realidad es otra.
....
¡Pues claro! (Obvio, como dirían mis amigos argentinos).
Es que si fuera fácil todos seriamos millonarios, emprendedores, cuerpos 10 y todo lo que quieras.
No es fácil y no pasa nada por eso.
Hay que quitarse esa obsesión de que si no es fácil no lo hago, o no me interesa porque no es fácil.
Haz las cosas porque te apetece, porque te hace ilusión, porque es lo que quieres, lo que te enciende por dentro.
Por la razón que quieras pero quítate de la cabeza la idea de que tiene que ser fácil.
Así cuando te plantees algún cambio u objetivo ya sabrás que fácil no va a ser e irás más preparada.
¿Puedes intentar que sea más fácil? ¡Por supuesto que sí!
Busca ayuda para que te resulte más fácil, más cómodo, más rápido, más divertido. Lo que tú quieras, pero deja de pensar que tiene que ser fácil o no te moverás de tu sitio, no cambiarás nada.
Tu camino no tiene por que ser fácil para que sea el tuyo.
El cambio no tiene por que ser fácil.
Puede que lo sea, pero lo normal es que no.
Así que quédate con esto:
Aunque no sea fácil es posible.
Aunque no sea fácil puede ser tu camino.
No uses la excusa de "es que no es fácil".
Y como dice una cita de Martin Luther King:
"Si no puedes volar, corre.
Si no puedes correr, camina.
Si no puedes caminar, arrástrate.
Pero continua avanzando."