Porque cuanto más pienses en tu gran porqué más acostumbrarás a tu mente a pensar en eso y a hacer conexiones y a ver alternativas y a acostumbrarse a que eso que quieres es normal y factible.
Y cuando le das muchas vueltas y no te gusta tu realidad actual llega un momento en que dices. Se acabó.
Y ese es el momento del cambio.
Y ese momento puede surgir leyendo un libro, mirándote al espejo, escuchando un podcast. Siempre hay algo que te hace click.
Y ese CLICK es el que te hace moverte.
Y una cosa te puedo asegurar con los cambios que he hecho. Es más dura la fase previa al cambio. Cuando te estás resistiendo, cuando quieres pero no quieres.
Una vez lo haces, es otra cosa, de verdad. Puede no ser fácil pero la sensación de liberación es tremenda.
En mi caso, cuando he logrado hacer un cambio que me ha costado mucho, la decisión fue en un momento.
Tras semanas o meses dándole vueltas y vueltas y llegado a un punto en el que no había avances, que no entendía por qué no hacía el cambio de una vez...
De repente leía algo o escuchaba algo que hacía un click en mi cabeza.
O simplemente me decía se acabó, lo hago ya. Y no hay más vuelta atrás. Ya estoy harta de pensar.
Y en realidad esa es la manera.
Cuando ya le has dado muchas muchas vueltas.
Y sabes qué quieres hacer ese cambio. Es momento de decir: se acabó. Lo hago.
Entonces, averigua tus razones ocultas. Recuerda por qué es importante para ti ese cambio y busca el click.
Espero que te ayude, Friend. Que tengas una buena semana.
Un abrazo, |