Él dudaba entre ahorrarlo para comprarse algo más caro que lleva queriendo desde que tiene uso de razón (un coche eléctrico de esos pequeños que yo me niego a comprarle...) o ir a una juguetería y comprarse varias cosas.
Y ahí le veías indeciso totalmente.
Mamá, es que quiero las dos cosas pero claro no puedo las dos ¿y qué hago?
Dilemas de la vida... ¿Qué haces cuando quieres dos cosas y no puedes las dos?
Yo le dije, bueno hay otra opción, en vez de comprar el coche podemos ir algún día a un centro comercial y alquilarlo una hora. No siempre hay que comprar.
Tampoco tienes que gastártelo todo o decidirlo ahora. Puedes pensártelo.
A veces pensamos que solo tenemos una opción y no vemos más allá. Normal, es más fácil verlo con claridad desde fuera, cuando no estás involucrada en la decisión.
Piénsalo.
¿Hay algo a lo que le estés dando vueltas pensando que no hay más opciones?
Quizá sí las haya, es algo que me encanta hacer con mis clientas, abrirles nuevas opciones.
¿Pues combinar ambas cosas? ¿Cómo podrías tener ambas? ¿Realmente las quieres?
Si quieres hablar de tus opciones con alguien que, desde fuera y sin juicios, te haga ver más opciones esa puedo ser yo,
rellena esta solicitud y hablamos.