Un análisis desapasionado y sin prejuicios de los cambios políticos que han tenido lugar en España en los dos últimos siglos podría deparar enormes sorpresas. Es lo que sucede con este libro de Ortí Bordás quien, al amparo de Ortega, interpreta de forma novedosa los episodios políticos más relevantes del periodo comprendido entre los inicios del siglo XIX y la transición del franquismo a la democracia.
A partir de dicho análisis, Ortí Bordás nos permite comprobar en este ensayo, no sin asombro, la incapacidad revolucionaria de un país como el nuestro —inestable políticamente, pero conservador y refractario no sólo a la revolución, sino incluso a las meras reformas—, la condición tardígrada del pueblo español y, sobre todo, el hecho de que nuestra sociedad —pese a todas las apariencias— sea constitutivamente gubernamental, de tal modo que la obediencia al Poder prevalece sistemáticamente sobre una aparente actitud de rebeldía.
La detallada indagación histórica y la atractiva visión política de la España contemporánea que se entreveran a lo largo del libro culminan con un «Epílogo para posmodernos». En él el autor lleva acabo un certero recorrido por el periodo de modernización política de España desde la Constitución de 1978 y deja constancia de su frustrante y peligrosa descentralización política, factor clave para la vuelta a la escena de nuestros «demonios familiares». |